martes, 1 de abril de 2014

LOS SIMBOLOS DE LOS CUATROS EVANGELISTAS



Los evangelios (buena noticia) son los escritos que narran la historia de la vida, muerte, doctrina y milagros de Jesús de Nazaret. La proclamación del evangelio se conoce como evangelización. Existen cuatro evangelios contenidos en la Biblia, llamados evangelios canónicos, reconocidos como oficiales por las diferentes confesiones cristianas. Los evangelios tradicionales son conocidos con el nombre de sus supuestos autores: Mateo el primero, seguido por Marcos, Lucas, y Juan, en dicho orden. La mayoría de los expertos considera que estos cuatro evangelios fueron escritos entre 65 y 100 DC, aunque otros expertos proponen fechas más tempranas. Tradicionalmente se suele representar a los cuatro evangelistas mediante cuatro símbolos. El orden en el que aparecen en el Nuevo Testamento son:

El ángel (un hombre con alas): Mateo.

El león: Marcos.

El buey: Lucas.

El águila: Juan.

Mateo: se simbolizó con un ángel (un hombre con alas) porque su evangelio comienza con la lista de los antepasados de Jesús, el Mesías: Mt 1,1-16. Esta lista es de gran valor para este evangelio porque presenta a Jesús como hijo de David (el más importante de los reyes) e hijo de Abrahán (el padre del pueblo de Dios). Su icono es un ángel, un hombre con alas, y representa la encarnación (dios hecho hombre). A San Mateo se dio una criatura con semejanza humana, porque su evangelio comienza con la generación humana de Cristo, y porque en sus escritos son sobre la naturaleza humana de Jesucristo más que lo divino.


Marcos: su evangelio fue el primero en escribirse (en la década de los años 60 después de Cristo) y sirvió como texto de catequesis para los que se preparaban para recibir el bautismo. Es el evangelio más corto y el hecho de que comience presentando a Juan Bautista en el desierto es muy importante. Para el pueblo de la Biblia, el desierto representaba, entre otras cosas, el lugar donde se fraguan los nuevos proyectos. Esto es lo que hizo el pueblo de Dios cuando salió de la esclavitud de Egipto. El león fue el símbolo de San Marcos, su figura representa la resurrección. El león fue aceptado en los primeros tiempos como un símbolo de resurrección, debido a que los cachorros de león nacen pequeños inmóviles y con sus ojos cerrados durante los primeros días, hay un mito de que los cachorros de león nacen muertos, pero vienen a la vida después de tres días. Esto recuerda a los cristianos de la Resurrección.



Lucas: su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes, terneros y ovejas. El evangelio de Lucas comienza y termina en el Templo; los Hechos de los apóstoles constituyen la segunda parte del evangelio de Lucas. Si en el evangelio encontramos el camino de Jesús, en los Hechos tenemos el camino de las comunidades que siguieron a Jesús. Su icono es un buey con alas, representa la pasión (el sacrificio). La forma del buey es en virtud de que es la bestia de sacrificio, como un buey es signo de fuerza, diligencia y paciencia, e incansable por los trabajos a realizar. Como un animal de sacrificio, con Jesús se hace hincapié al sacrificio de la expiación.



Juan: su evangelio se abre con la contemplación del Jesús-Dios: Jn 1,1. El evangelio de Juan fue el último en aparecer, y no se escribió en pocos días. Lo escribieron los discípulos de Juan. Una de las características del Jesús del evangelio de Juan es esta: el Maestro nos conoce a cada uno de nosotros mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos: Jn 1,48. Poco más adelante dice que Jesús "no necesitaba que le informasen de nadie, pues él conocía muy bien el interior del hombre. Su icono es el águila, representa la ascensión. " El águila fue asignada a San Juan porque, como el águila se eleva hacia el cielo, igual subió hacia arriba el espíritu de Cristo al reino de los cielos para traer de vuelta a la tierra la revelación del misterio sublime y terrible. Una de las primeras leyendas señala al águila que renueva periódicamente su juventud al volar cerca del sol y luego se sumergirse en un lago o fuente. Sobre esta base, el águila se convirtió en un símbolo de la Resurrección.